Mi nombre es Pablo Tomé Moreno, nacido en Madrid, el 5 de abril de 1991, siempre fui un niño algo curioso y al cual los viajes, los largos desplazamientos por carretera en familia en época estival y el hecho de pasar tiempo en lugares ajenos a lo conocido y rutinario, siempre le fascinó.

Pero no fue hasta 1997, cuando hice mi primer viaje internacional y en avión a Disneyland Paris , regalo de comunión de mi padre a mi hermana, estar en aquel lugar fue un acontecimiento único en mi vida, recuerdo escuchar a la gente hablando diferente, los olores a palomitas dulces, las carreteras, los coches, los hoteles, todo era nuevo, aquello era un festival para mi, y ya empezaba a notar una sensación extremadamente placentera, con tan solo 6 años.
Años después, en 2000 haría un crucero en familia por el mediterráneo occidental, un concepto de viaje que me maravilló por aquel entonces, pude visitar Roma, Palermo, Marsella y Malta, entre otros puertos y comenzaba a apasionarme por este arte de viajar.
Los atentados del 11 de Septiembre de 2001, fueron un golpe traumático para aquel niño de 10 años, asociaba los aviones al caos y a la tragedia, solo de escucharlos en el patio del colegio, me ponía a temblar, pues además, no era otro lugar sino Nueva York, el destino con el que llevaba soñado años, y de hecho mi familia había iniciado una hucha años atrás para que pudiésemos ir, estaba contratado y lo tuvieron que cancelar fruto de mi intenso miedo. Pero sería curiosamente en 2006 cuando finalmente fuesemos a Nueva York, mi sueño hecho realidad, una ciudad que ya antes de aterrizar me robó el corazón, sabía que estaba llegando a la tierra de mis fantasías, escenario de tantas películas y series televisivas, en definitiva, la capital del mundo.

A ese viaje mágico le sucederían en 2008 el viaje de fin de curso con el colegio a Italia, una locura, viaje con amigos y a un lugar que siempre recuerdo con cariño cada vez que vuelvo.
Pocos meses después de llegar de Italia, haríamos otro viaje en familia a la Laponia finlandesa, probablemente el destino más especial , muy diferente a todo lo que llevaba visto hasta entonces. Nieve, renos, barcos rompehielos y motos de nieve, ya tenía casi 18 años y podía conducirlas, fue un viaje espectacular.

Ya casi siendo un adulto, después de acabar el bachillerato en 2009, haría con mi madre y mi hermana otro crucero, esta vez por el mediterráneo oriental y las islas Griegas. Visitamos Venecia, Santorini, Mykonos, Rodas, Dubrovnik en Croacia y la capital griega, Atenas. En ese viaje ya tenía una sensibilidad especial, me interesaba mucho todo lo que veía diferente y además comenzaba a coquetear con la fotografía amateur y lo disfruté con más madurez que todos los anteriores.
2010 fue un año especial, por aquel entonces estudiaba psicología, carrera que por cierto nunca terminaría, digo que fue especial porque por primera vez repetí viaje, me fui con uno de mis mejores amigos a Nueva York, sin padres ni horarios ni reglas que cumplir, mi primer viaje como adulto, con algunos ahorros que tenía de haber trabajado ese año y algunas contribuciones familiares. Vimos un partido de la NBA, comimos muchas hamburguesas y pateamos la gran manzana de Norte a Sur y de Este a Oeste, esta ciudad me enamoró tanto que le prometí que volvería. Ese mismo año fui también con mi familia a Londres, otra gran ciudad que ansiaba conocer y que no me dejó indiferente.

La práctica del estudio de psicología, no había despertado en mí el interés que prometía cuando inicié la carrera, por eso, en 2011 decidí darle otro rumbo a mi trayectoria académica, sin duda ese cambio acabó por esculpir en mí el viajero que hoy en día me considero. ¿Por qué? Bueno, básicamente porque comencé a estudiar Turismo y me adentré de lleno en el mundo de los viajes. Además de estudiar, comencé casi simultáneamente mi primer trabajo serio, en una de las agencias de viajes más importantes del país, a la que aún hoy agradezco todo lo que aprendí. Visto que ya tenía un pequeño sueldo, se avecinaban muchos viajes y totalmente diferentes a todos los ya realizados , pues era yo quien los iba a financiar al 100% y sobre todo, era yo quien los iba a organizar, algo que me apetecía especialmente.
Antes de tirarme a la piscina con los viajes low cost autofinanciados, haría en 2011 un viajazo con mi familia (Mi padre, su mujer y mis 4 hermanos) a Florida, para vistar los parques de Disney en Orlando, Universal Studios y Miami, un viaje muy disfrutón donde lo tenía todo hecho y organizado , pero a partir de ahora me tocaba currar.

Durante mis años de estudio, viajaría a Amsterdam y a Los Emiratos Árabes en 2012, a Berlín en 2013, China 2014, en 2015 haría una nueva escapada a Paris, donde empezó todo y más tarde haría una ruta por la costa Oeste de EEUU en familia.

Pero 2015 no acabaría aquí, fue el año que cambio mi vida, acabe mi carrera y me ofrecieron trabajo en Lisboa, Portugal en la misma empresa en la que estaba. Yo por supuesto cogí mis bártulos y sin saber ni gota de portugués para allá que me fui, no tenía nada que perder y si mucho que ganar y ya lo creo que gané.
Poco después de instalarme emprendí una de las aventuras más bonitas de mi vida, cogimos mi mochila y yo y nos fuimos a Japón para recorrer la isla de Honshu en poco más de 15 días, pude conocer una cara de Asia completamente diferente a lo que había visto hasta entonces y me quedé prendado del país nipón.

Después de tantos trotes, podíamos hablar de que ya me había convertido en un joven viajero y mis ganas de explorar este planeta no hacían más que aumentar.
Durante mis 3 años viviendo solo en Lisboa (desde los 24 hasta los 27) y ya con una autonomía econónica algo superior, viajé en 2016 a Sudáfrica a Irlanda y Amsterdam de nuevo, en 2017 a Nueva York por tercera vez (lo prometido es deuda), poco después a Tailandia, Malasia, Singapur y Catar y algo más tarde volvería a mi amado Japón haciendo una pequeña incursión en Corea del Sur. En el verano de 2018 hice con un amigo una ruta increíble a la par que intensa desde Vancouver en Canadá hasta Tijuana en México, pasando por los estados de Washington, Oregon, Nevada, Arizona, Utah y California donde pudimos ver una cara del país que todavía no conocía.

Ese mismo año viajaría a Bélgica y después a Mongolia y a Rusia y despediría el año con una escapada a Sofia en Bulgaria.
Tras la experiencia portuguesa, después de haber recorrido el país además de haber vivido en él, con mucha pena de mi corazón me tocaba despedirme y volver a mi «patria chica», Madrid y además embarcarme en una nueva empresa en términos profesionales.
En 2019 ya instalado de nuevo en la capital española, tuve uno de los años más viajeros que yo recuerde. Viajé con unos amigos a Camboya, después visité Hong Kong y Macao, un poco más tarde haría una mega ruta Europea en coche con mi pareja, visitando Francia, Bélgica, Luxemburgo Alemania y Suiza, en agosto de ese año volvía a Italia, esta vez al tacón de la bota, la famosa Puglia y ya en Octubre realizaría otro de mis sueños, conocer la India, un lugar que, si nada lo impide, me volverá a tener como huésped ya que en él me dejé muchas cosas por ver. Estando aún perplejo por lo vivido en este último país y casi nada más llegar, pondría rumbo a Colombia con dos grandes amigos. Este se puede decir que ha sido mi bautismo sudamericano y lo que he visto sin duda ha despertado en mí el interés por este continente y será sin duda el primero de muchos viajes con sabor latino. Pero además Colombia sería el país donde pondría un punto y seguido en mi trayectoria viajera, pues es el último país que he visitado desde Octubre de 2019.

Llegamos así hasta el 2020 cuando un tal coronavirus ha decidido irrumpir en todas nuestras vidas truncando nuestras trayectorias viajeras, su afán destructor me obligó a cancelar una escapada a Ucrania otra a Rumanía, un mega viaje que ya tenía planificado en Septiembre a Vietnam y Laos y también la alternativa a este último que había improvisado para viajar a Polonia.
Aunque es indudable que este virus nos ha impedido viajar de forma física, lo cierto es que los aunténticos viajeros no hemos parado de viajar en estos 3 meses de confinamiento, nos ha dado más ganas de planificar, de leer de soñar y parece que ya poco a poco podemos ir ejecutando algunos planes.
Si habeis llegado hasta aquí, me doy mi más sincera enhorabuena, eso quiere decir que no os he aburrido, nada más lejos de mi intención, pues con este «blog» si quereis llamarlo así, lo que pretendo es básicamete entretener, asesorar (desde la humildad) y ayudaros a que podais planificar vuestros viajes basandoos en mi experiencia.
Contaré con detalle muchos de mis viajes, por qué los hice, cómo los hice, con quién, cual fue el resultado y sobretodo qué me guardo de cada uno de ellos. Hay viajes de bajo presupuesto, algunos más caros, unos más por libre y otros menos, pero estoy seguro que de cada viaje podreis sacar alguna conclusión que os ayude a montar el vuestro y a entender algo mejor el sitio a donde ireis, del que acabais de volver o que conocisteis hace ya tiempo.
Pero lo más importante es que por mucho que leais o escucheis en guias, blogs, documentales, Callejeros Viajeros, Salmantinos por el mundo o sucedáneos, recordad que vuestro viaje va a ser único, no será igual que el mio ni igual que el de el resto de los 20.000 blogueros que escriben hoy en día, ni mejor ni peor, será el vuestro y eso al fin y al cabo es lo bonito de los viajes.
Ni que decir tiene que cualquier duda que podais tener acerca de cualquier asunto relacionado con los viajes, me la podeis exponer con toda libertad. Además de ser un viajero que os puede ayudar, soy asesor de viajes , pues me gano la vida con ello en una de las agencias más innovadoras del Sector.
Espero poder ayudar a todo aquel que lo necesite y sobretodo quiero aclarar que todos los viajes que vayan apareciendo en este «blog» no son más que experiencias vividas de una forma segun las circunstancias de cada momento, basandonos siempre en los tiempos disponibles, presupuesto y otros factores y no necesariamente siguen la estructura óptima para ese viaje en cuestión. Pero de cada viaje os intentaré dar mi humilde opinión acerca de la mejor forma de abarcarlo.
Que blog incrível!! Viajei junto com você só de ler o post. Isso sim é fazer a vida valer a pena!
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Obrigado!! A intenção é essa mesmo!! 😁
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Pero qué vida viajera más bonita e impresionante!
Yo empece muy vieja ya, a los 26, y con las pocas vacaciones al año que dispongo, no he podido largarme por el mundo tanto como quisiera. Sin embargo, por lo que la vida me alcance, viajaré, me perdere en cada sitio, de otras tierras y de mi tierra. Entiendo muy bien lo que significa la pasión por viajar.
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Gracias! Nunca es tarde! A los viajeros empedernidos, cada minuto que pasamos explorando, nos llena el vació de todos los minutos en los que no lo hicimos! Y eso no nos lo quita nadie!
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¡Que frase más cierta!
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Great info!
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Hola acabo de descubrir tu blog, enhorabuena y gracias por compartir tus experiencias. La verdad que es un gusto poder compartir experiencias viajeras y si con ello se puede ayudar a otros viajeros a planificar sus viajes o a darles ideas es muy satisfactorio. Yo camino voy de los cuatro años con mi blog, subiendo todos nuestros viajes aunque es mucho esfuerzo y tiempo dedicado a ello, también es una magnífica forma de recordar y volver a disfrutar del viaje y si se llega a la gente es muy pero que muy gratificante. Saludos
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Muchas Gracias por tu comentario, escribir es volver a viajar!! Y plasmarlo aquí es el mejor homenaje a cada una de mis aventuras! Mucha suerte con tu blog y enhorabuena!! 😊
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